Adopción (II). Aspectos psicológicos

La heterogeneidad de repertorios familiares actuales no impide comprender que existe una especificidad en lo que refiere a la familia adoptiva. Lipski  señala que la cualidad constitutiva que las identifica es el privilegio del origen biológico y cultural ajeno a los adoptantes en el que transcurre la crianza del niño. Las familias adoptivas homologan una ausencia de origen biológico en común y se tornan singulares en la diversidad de orígenes, historias y circunstancias de cada adopción y crianza. Beramendi et al (2011) sostienen que los vínculos familiares se constituyen siempre sobre el velamiento de la ajenidad. Aún en el hijo biológico se es un otro ajeno, diferente del Uno. Señalan las autoras que las significaciones sociales con fuerte pregnancia de los ideales del modelo familiar co-sanguineo favorecen el corrimiento de ese velo en el vínculo. En el caso de los […]

Cárcel y resocialización (II)

Las prácticas de reclusión carcelaria vienen siendo objeto de diversas críticas y son la cara más visible del paradigma resocializador. La puesta en práctica de dicho dispositivo ha puesto en contradicción principios de dignidad humana, libertad de conciencia, de igualdad y oportunidad de trato y el panorama por demás desalentador de que en definitiva las cárceles no cumplen con aquello para lo cual estarían destinadas. Más aún, a mayor tiempo de prisionización peores son las perspectivas de reeducación del sujeto. Al observar la población carcelaria encontramos materializados las relaciones de poder y prácticas disciplinarias que posibilitan el control social de clase. Michel Foucault, en sus estudios sobre el encierro, realiza una revisión histórica de las técnicas de sometimiento y control de los cuerpos a lo largo de la historia como son el asilo, el manicomio y la cárcel. Para este […]

Abuso sexual infantil (ASI)

Podemos definir el ASI como la participación, del niño o el adolescente en actividades sexuales que no son capaces de comprender ni prestar un consentimiento informado, por su inmadurez o corta edad y que viola los tabúes sociales de los roles familiares. Abusar implica desde la etimología un usar mal, un uso enajenado del cuerpo del otro, en el que el otro puede obrar según capricho. El maltrato infantil, tal como lo establece Beigbeder de Agosta, resulta una disfunción social pero también un delito perpetrado a un menor por parte de quien debería velar por su seguridad y protección, un adulto. La Organización Mundial de la Salud (1986) especifica el ASI cuando “[…] un niño es víctima de un adulto, o de una persona evidentemente mayor que él, con fines de satisfacción sexual”. Por su parte, Sarmiento et al. definen […]

Los cuadros Borderline

A partir del año 1938 a la actualidad el término “límite”, acuñado por el psicoanalista Adolf Stern, ha sido objeto de diferentes conceptualizaciones. En un comienzo se lo identificó como “un subgrupo de pacientes que no encajaban en los límites habituales de la psicoterapia ni en el sistema clasificatorio de la época, un sistema centrado básicamente en la división entre psicosis y neurosis” (como se cita en Ramírez, 2009, p. 21). A partir de este momento inicial encontramos en el psicoanálisis numerosos apelativos para denominar a estos cuadros clínicos: “estados fronterizos” y “personalidades esquizoides” (Farbairn, 1940), “personalidades como si” (Deutsch, 1942), “estructuras pregenitales” (Bouvet, 1956), “trastornos de identidad” (Erikson, 1959), “falso self” (Winnicott, 1959), “falta básica” (Balint, 1960), “desórdenes fronterizos” (Kernberg, 1970), “personalidades narcisistas” (Kohut, 1971), “a-estructuras” (Bergeret, 1974). A todas ellas se agregan las denominaciones de orientación lacaniana: “estados […]

Ética y psicoanálisis

¿Es posible, más allá de lo específico que podamos plantearnos con cada sujeto y momento del proceso terapéutico, elucidar unos objetivos más generales para cualquier análisis? ¿Tendrá esta cuestión algo que ver con la ética? Freud (1919) nos dirá que la tarea del analista será la de «llevar al enfermo de neurosis a tomar noticia de las mociones reprimidas, esas mociones inconscientes que subsisten en él, poniendo para ello en descubierto las resistencias que en su interior se oponen a tales ampliaciones de su saber sobre su propia persona” Por un lado se trataría de promover un saber acerca de la propia subjetividad. El “análisis”, de allí su nombre, facilitaría la descomposición de las formaciones anímicas, reconduciendo los síntomas a las mociones pulsionales que los motivan. Ahora bien, el trabajo o la “tarea” del analista no necesariamente es su objetivo. […]